Dos historias con mensajes positivos donde se ven involucrados la mamá, el papá y el hijo.
2 Mensajes sobre la familia, para reflexionar.
1. El hijo y el padre
Era un hijo que llevó a su progenitor a un comedero, para la cena.
Su padre siendo ya alguien de la tercera edad viejo y un poco demacrado.
Estaba comiendo y entonces en un movimiento dejo caer la comida de su plato a su ropa camisa y pantalones.
Los demás observaron con cierta aberración, aunque su hijo no parecía importarle.
Ya que termino la cena, su hijo le hizo saber que no estaba avergonzado de él.
Tímidamente lo llevo al baño, le limpio todos los rastros de comida que tenía y removió poco a poco cada mancha.
Lo peino y le ajustó sus lentes de manera tranquila.
Cuando iban de regreso, todo el restaurante los estaba viendo en murmullo, el hijo no se explicaba como alguien se podría avergonzar a la otra persona de manera pública.
El hijo pagó la cuenta y salió con su padre.
En ese preciso instante, otro señor entre las personas del restaurante, llamó al joven y le preguntó: «¿No crees que te olvida algo?».
El joven respondió: «No señor, no lo creo.»
El señor le dijo: «¡Sí, lo has hecho! Dejaste una lección muy valiosa para hijo y para cada padre».
Todos se quedaron en silencio.
Mensaje positivo:
Debes de cuidar a los que una vez cuidaron de nosotros.
Es uno de los privilegios mas grandes de la vida.
Sabemos que nuestros padres cuidaron de nosotros de pequeños.
Amarlos , respetarlos y cuida de ellos.
2. El papá, el hijo y la mamá.
Cuando apenas era un pequeño, a mi madre le encantaba hacer la comida para el desayuno y la cena a veces.
Me acuerdo que una noche cuando ella había terminado la cena después de su jornada de trabaja tan dura.
Esa misma noche, hace mucho tiempo, mi mamá le dió un plato a mi papá, era un plato de huevos con salchicha y muchas galletas, muy quemadas.
También recuerdo que estaba esperando a ver si alguien lo había notado.
Sin embargo lo que paso fue que mi papá comió la galleta, le sonrió a mi mamá y me pregunto como me había ido en la escuela.
No lo recuerdo lo que le dije, pero si me acuerdo haberlo visto embarrar la mantequilla y la jalea de maní en esta galleta y como se la comía a cada bocado.
Esa misma noche, fui con papa a decirle buenas noches.
Le pregunté si le gustaron las galletas quemadas.
Me abrazó y me dijo: «Tu mamá pasó un día duro de trabajo y hoy esta muy cansada.
Y además … a nadie le hace daño un poco de galleta quemada».
La vida está llena de cosas que no son perfectas y tampoco las personas lo son.
Yo soy bueno en pocas cosas y me olvido de los cumpleaños y fechas importantes de los demás.
Pero lo que he aprendido en estos años es que aprender a aceptar las faltas de los demás y respetar las diferencias de los demás.
Es una de las claves más importantes para crear una relación sana, creciente y duradera.
Mensaje positivo:
Aprecia a los demás y sobre todo a tus papás nunca sabrás cuando te harán falta.